sábado, 7 de marzo de 2009

Grecia, Etruria & Roma!

Escultores y sus obras:

Mirón: Representa la escuela dórica, aun adentro de los convencionalismos imperantes se crea un estilo original y propio. Manifiesta fuerte inclinación hacia el “realismo”. Se preocupa por captar el movimiento y plasmarlo en sus figuras. Gusto manifiesto por las posturas en difícil equilibrio. Interés por las exactas proporciones del cuerpo, los rostros de sus esculturas serenos y fríos no corresponden a la tensión del esfuerzo del cuerpo. Trabaja sobre todo en bronce, material preferido de la escuela dórica. Sus obras se conocen por reproducciones romanas en mármol y descripciones de los escritos contemporáneos. Su tema preferido son las estatuas de atletas. El Discóbolo es su obra representativa.



Policleto: Es el fundador y jefe de la escuela argiva, dependiente de la dórica. Sus obras se resienten de ciertas influencias arcaicas. Fija el canon ideal del cuerpo humano. El rudo modelado de los músculos, aun en reposo, proyecta sombras violentas que sugieren el realismo. Las expresiones suelen ser serenas, modestas y sencillas, muy a tono con la época. Escribe un tratado, el Canon o Ley, sobre la teoría del arte y proporciones del cuerpo humano. Trabaja de preferencia el bronce. Su tema preferido son las figuras jóvenes atletas. Como obras representativas tiene El “Dórico”, El “Diadúmeno” y La “Amazona herida”.



Scopas: Su ideal es la expresividad. La tónica de su arte patético y angustiado es el dolor. El estudio des rostro y su modo insuperable de tratar los ropajes nos indican los sentimientos de los personajes: ansiedad, dolor, tristeza, agitación. Origina la pérdida del equilibrio clásico introduciendo la pasión en el conjunto del la serenidad olímpica. Es el último escultor que decora los frontones de un templo. Emplea siempre el mármol. Sus temas preferidos son los asuntos guerreros. Como obras tienes el “Mausoleo de Halicarnaso”, La “Ménade Furiosa”, La “Victoria de Samotracia” y la “Venus de Milo”.



Praxíteles: Es el jefe de la escultura ática durante el siglo IV. Busca el encanto juvenil: da a las facciones, delicadeza y gracia femeninas. Los temas religiosos son el ‘el un simple pretexto para representar a las divinidades con carácter sensual y amable, a través de formas núbiles y delicadas. Fue el primero que representó a las deidades femeninas del placer enteramente desnudas. Sus esculturas adoptan posturas indolentes. Necesitan un elemento secundario como apoyo y sostén, pues rompen con las leyes de gravedad. Las formas las trata a base de volúmenes redondos, sin abundad en detalles y sacando el mayor efecto posible del juego de luces y sombras. Tiene como material preferido el mármol. Siente especial predilección por las figuras femeninas y adolescentes. Como obras representativas tiene a la “Venus de Gnido”, El “Apolo Sauróctonos”, “El Sátiro en reposo” y a “Hermes y Dionisios”.




Lisipo: Es la figura cumbre de la escuela dórica. Representa la transición entre el arte bello y la época helenística del siglo III. Modifica el canon de Policleto e imprime mayor esbeltez y flexibilidad a las figuras. Es el propulsor y cultivador especial de un nuevo género: el retrato. En la escultura, se interesa por los asuntos cotidianos y anecdóticos. Su arte es vigoroso y varonil. Expresa el juego de los músculos con fuerza y precisión, pero sin sacrificar la elegancia. Trabaja de preferencia en bronce, empleando la técnica del vaciado. Prefiera los tipos varoniles guerreros y atletas. Como obras representativas tiene el “Apoxiómenos”, “Mercurio descansando”, “retratos” de Alejandro magno y “La Venus de Médicis”.

El Partenón

El Partenón sustituyó a un templo anterior en el mismo emplazamiento, conocido como el Pre-Partenón o Hecatompedón, construido antes de las Guerras Médicas, y destruido por los persas.
La construcción del monumento, realizada, casi exclusivamente en mármol blanco del monte Pentélico, fue iniciada por Pericles y se desarrolló entre los años 447 y 432 a. C. Los arquitectos encargados de la obra fueron Ictino y Calícrates y estuvieron, en la mayoría de los casos, bajo las órdenes del arquitecto y gran escultor ateniense Fidias, autor de la decoración escultórica y de la gran estatua criselefantina de Atenea Partenos que estaba situada como pieza central del templo.
El Partenón conservó su carácter religioso en los siglos siguientes y fue convertido en una iglesia bizantina, una iglesia latina y una mezquita musulmana. Pero en 1687, los turcos lo utilizaron como depósito de pólvora durante el sitio veneciano, bajo el mando del almirante Morosini. Una de las bombas venecianas cayó en el Partenón y causó una enorme explosión que destruyó gran parte de la edificación preservada en buenas condiciones hasta ese entonces.
Sin embargo, el proceso de erosión no terminó ahí sino que siguió a principios del siglo XIX, cuando el embajador británico en Constantinopla, Elgin, decidió quitar la mayor parte de la decoración escultórica del monumento y trasladarla a Inglaterra para venderla al Museo Británico, en donde todavía se exhibe, siendo una de las colecciones más significativas del museo en la actualidad.
La fachada occidental del Partenón está conservada relativamente intacta.
El diseño del Partenón estuvo condicionado inicialmente para albergar la imagen de oro y marfil de Atenea Polías, esculpida por Fidias. La colosal estatua de doce metros de altura precisaba de una inmensa cella de más de 18 metros de anchura, dividida en tres naves mediante una doble columnata conformada por dos órdenes superpuestos de estilo dórico. La nave central medía diez metros de anchura. Dentro de la cella del lado este, la columnata se dispuso en forma de "U" y estaba compuesta por nueve columnas con un entrepaño entre cada una de ellas, en los lados largos de la "U". Tres columnas con dos entrepaños formaban el lado corto.
En la zona oeste, al fondo del interior de la columnata de cuatro columnas, existía el basamento de la estatua, para el culto a Atenea Parthenos con un amplio estanque, poco profundo, que producía un efecto de brillo mediante el agua frente a ésta. Ambas cellas estaban cerradas por puertas de bronce.
La cella del este estaba dedicada a Atenea Polías, y la cella del oeste estaba dedicada a Atenea Párthenos, "la virgen", por lo cual todo el edificio acabó siendo conocido como el Partenón.
La decoración escultórica del Partenón es una combinación única de las metopas (esculpidas en altorrelieve extendiéndose por los cuatro lados externos del templo), los tímpanos y un friso. En ellos se representan abundantes escenas de la Mitología griega. Además las diversas partes del templo estaban pintadas de colores vivos. El Partenón, es sin duda el máximo exponente del orden dórico, como se puede apreciar en el diseño del friso o sus columnas.
Las metopas representaban la gigantomaquia en el lado este, la amazonomaquia en el oeste, la centauromaquia en el sur, y escenas de la guerra de Troya en el norte. Cada tímpano del templo tenía una escena mitológica: al este, sobre la entrada principal del edificio, el nacimiento de Atenea, y al oeste, la lucha entre Atenea y Poseidón por el patrocinio de la ciudad de Atenas. El friso constituía la representación de la procesión de las Panateneas, el festival religioso más importante de Atenas antigua. La escena se desarrolla a lo largo de los cuatro lados del edificio e incluye figuras de dioses, bestias y de unos 360 seres humanos.
Esta construcción es uno de los ejemplos más claros del saber en geometría por parte de los matemáticos y arquitectos griegos. Es períptero octástilo, lo que quiere decir que tiene columnas en todo su perímetro, ocho en las dos fachadas más cortas y 17 en las laterales. Consta de una doble cella con pronaos y opistodomo, pero con próstilo de seis columnas.
Los arquitectos consiguieron que el efecto visual que produjera el Partenón no permitiera la deformación que se produce al situarse debajo de grandes monumentos: con certeras alteraciones en su construcción lograron obtener el efecto visual perfecto.


Ordenes de las columnas:

Dorico: Su columna carece de basa, descansa directamente sobre el estilóbato y es ligeramente cónica. La altura de la misma varía entre cinco y seis módulos. La superficie del fuste esta está adornada por estrías poco profundas y separadas por aristas vivas. Su capitel es corto, grueso y sencillo. Consta de una garganta de anillos (estrágala), pequeña moldura que lo separa del fuste; de un equino y de un ábaco, losa cuadrada y sin moldura. Su entablamento comprende un arquitrabe fuerte y luso; un friso formado por metopas y triglifos. La cornisa está formada por varias molduras saledizas que protegen un poco de la lluvia las partes inferiores. La que más sobresale recibe en su parte inferior un lagrimero, simple incisión por donde discurra el agua impidiendo que se deslice sobre la fachada.

Jónico: Es mas ligero y grácil que el dórico. La columna tiene una basa formada por dos molduras llamadas toro, separadas entre si por otra denominada escocia. El fuste es más esbelto, de 8 a 10 módulos. Lleva también estrías, pero son mas numerosas, mas profundas y separadas entre si por un filete. El capitel es también más rico. Se caracteriza por dos volutas laterales posible reminiscencia del capitel asirio unidas por una curva. Unos dentículos u óvalos llenan el espacio entre las dos columnas. El ábaco es moldurado. El entablamento pierde la severidad del dórico. El arquitrabe se subdivide en tres planos con ligero saledizo. El friso es un adorno corrido, de figuras humanas o de arabescos florales.
Corintio: Fue menos empleado que los anteriores. Es el mas rico. Las columnas descansas sobre una basa. El fuste es mas esbelto, de 10,12 y mas módulos; es estriado como el jónico. El capitel constituye su principal característica: es mucho más alto y en forma de cesta o campana invertida, envuelta en hojas de acanto, cuyos tallos van enlazados con volutas del capitel jónico que completa el conjunto. El entablamento se diferencia muy poco del anterior. La cornisa es sensiblemente igual es los tres ordenes.



A los tres órdenes anteriores hay que agregar el orden Pérsico. En él, las columnas están constituidas por atlantes, hombres fornidos a manera de esclavos, que soportan todo el peso del entablamento. A veces se reemplazan por cariátides. Un ejemplo clásico lo constituye la Tribuna de las Cariátides del Erecteion. Mientras los atlantes ostentan un poderoso esfuerzo de aguante las cariátides parecen cumplir más bien con buen gusto, un servicio en honor de la divinidad. Llevan sobre la cabeza un canastillo, o un cojín que disimula la impresión del peso del entablamento. A los elementos decorativos mocionados se le agregan las molduras. Con sus juegos de luces y sombras constituyen en toda arquitectura un fácil recurso de belleza, marcando claramente las grandes líneas del edificio. Cada época tuvo sus características específicas.

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